llegar a la Fundación fue un acierto en mi búsqueda espiritual y cómo ordenar la vida

Necesitaba encontrar un sitio donde estudiar los deseos de mi Alma.

Me reencontré con mi Pueblo

Estudiar Kabalah y conocer los secretos del cielo cambió mi vida, mi conciencia, me permitió ver a dios incluso en la contradicción.
He aprendido a mirar al cielo cada noche y decir Gracias Padre.

Para mi estudiar Kabbalah es la devolución de la vista espiritual, es el regalo más hermoso que Hashem me ha dado.

En “Hablando con Dios” aprendí a descansar; comprendí que descansar era soltar el temor y navegar el amor. Comencé a sentir ese amor en cada esquina de mi ser, como si mi alma estuviera sacando nuevos brotes hasta por las puntas de mis dedos. Hablar con Dios fue invitarlo a habitar el color de mi ojos, el temblor de mi voz, el calor de mis manos y la fuerza de mis brazos, sólo para descubrir que siempre estuvo ahí.

Llegar a la Kabbalah fue el paso espiritual más importante para reencontrarme con todas las enseñanzas que mi alma ya conocía y fortalecer mi relación con el Creador .

La Fundación se ha convertido en un hogar. Somos co-creadores de nuestra realidad, con emuná puedes sentir que la luz nos rodea todo el tiempo, en cada espacio .

Desde mi experiencia empecé a sentir una caricia en mi alma: Entendiéndome , queriéndome y respetándome. Con el tiempo cada alegría que sentía era por fin tomar conciencia de que estaba conociendo a Hashem.

La oportunidad de cultivar la conciencia con un grupo genial , me ha permitido comprender y actuar con restricción , en especial a mi alma gemela , mi entorno y mi Cris interior .