Fútbol & Kabbalah - Fundación Kabbalah

Fútbol & Kabbalah

El futbol es pasión de multitudes, ¿por qué?, ¿Por qué un juego tan simple y banal conquista muchos corazones, y hace que la mitad del planeta quede hipnotizada por 3 horas en una final del mundial?

Muchos detractores dicen que es una estupidez, una pérdida de tiempo, la mayor idolatría de estos tiempos. La gente idolatra jugadores que son tan humanos como cualquiera, con las mismas debilidades o peores que todo el mundo, que reciben lo que nos parecen enormes cantidades de dinero, que se gastan en autos ultra caros que sirven de anzuelo para cazar modelos femeninas de alta exposición, y cuyos dirigentes se ven involucrados en escándalos de corrupción de alta exposición y sumas de dinero.

A primera vista parece ser la mayor idolatría de nuestros tiempos. Nosotros sabemos que debajo de la oscuridad se encuentra gran Luz. ¿Cuál es la Luz detrás del futbol?

Une a la gente, hay muchas cosas en las que todo el mundo está de acuerdo: nadie quiere hambre, pestes o guerras, pero esas son cosas en que estamos de acuerdo que NO queremos. Es mucho más difícil encontrar cosas en que todos estamos de acuerdo en que SI queremos. El ranking de cosas que SI queremos está liderado por el dinero, seguido de cerca por el futbol: 3500 millones de personas se conectaron por voluntad propia para ver la final. Tal como cualquiera de nosotros se agacha para recoger 100 dólares si se los encuentra botado en la calle, más de la mitad del planeta usó 2 horas al unísono para ver la final Argentina – Francia en Qatar.

El objeto central del juego tiene que ver sobre dónde va a parar la pelota. La pelota no es más que es una capa de cuero inflada por aire a presión. La capa de cuero es nuestro cuerpo, el aire a presión dentro vuestro es nuestra alma. La pelota es sinónimo del alma y dónde vaya a parar es el objetivo del juego.

Tiene reglas claras que definen la naturaleza del juego, con la misma pelota se puede jugar futbol, volleyball, handball, waterpolo, naciones, etc. Son las reglas del juego las que definen cómo se juega, tal como en el juego de la vida, que se juega en la cancha planeta del estadio Vía Láctea, con condiciones físicas y biológicas dadas.

Meter la pelota en el arco contrario es sinónimo de cielo, pero que la pelota entre en el arco propio es el infierno, el objetivo es lograr que el cielo sea más grande que el infierno. 

No jugamos solos, tenemos 10 compañeros de equipo, que es energía de minian, y que compartimos todos un objetivo común, que es ganar. Por el contrario, hay otro equipo, cuyo objetivo es derrotarnos. Mucha gente ve al opositor como al enemigo, pero en realidad es parte del juego, ya que sin contrincante no hay juego.

Mientras más poderoso es el opositor, más desafiante es el juego, y mientras más parejo es el nivel de los 2 equipos, es más interesante el partido. Una goleada 7-0 contra un buen equipo es equivalente ser un Tzadik.

Tiene un tiempo reglamentario que debe arrojar un resultado definitorio, igual que la vida. Si al final del tiempo reglamentario el resultado es empate, se debe alargar el partido. Si después del alargue siguen empatados se define a penales. Mientras más tiempo dure en resolverse el partido es más dramática la definición, contiene más emociones. De la misma forma, mientras más tiempo nos tome realizar nuestra corrección, la vida se torna más dramática, con eventos definitorios muy seguidos en corto tiempo, para empujarnos a que hagamos la corrección.

Tanto ganadores como perdedores experimentan llanto, los ganadores lloran de alegría y los perdedores lloran de pena y ganas de volver a jugar. Tanto jugadores como espectadores se emocionan, no hay diferencia entre protagonista y espectador, son básicamente UNO.

Hay solo 22 jugadores en la cancha mientras que hay 70.000 espectadores en el estadio y 3500 millones de personas viendo por TV en tiempo real. Esta multitud de espectadores se embarga de emociones respecto al transcurso de un partido con 22 jugadores en la cancha, sobre el cual no tienen ninguna clase de control, es decir, pueden experimentar estados de ánimo extremos respecto a situaciones externas sobre la cual no tienen ningún control. 

El 99% de la gente tiene atada sus emociones a lo que ocurre en el 1%.

La idea del estudio de la Kabbalah consiste en corregir las emociones y alinearlas con el intelecto, para que el partido no termine en definición a penales.

 

por Maestro Nicolás Rosenberg

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