El valor del tiempo
¿Qué es lo más valioso que tenemos hoy? El Tiempo. Todo nuestro dinero no puede comprarnos un minuto más de vida, ni agregarnos una hora más a nuestro día. El tiempo es tal vez el regalo más valioso que Di-s nos ha otorgado. Es un artículo que no podemos negociar ni intercambiar, nunca pierde su valor, pero que depende de cómo lo hayamos utilizado, es decir, qué fue lo que hicimos con nuestro tiempo.
A partir de la de la segunda noche de Pésaj (sábado 16 de abril) la Toráh nos manda contar el tiempo, a través de la cuenta del Omer, contamos cada día, 49 días hasta Shavuot (recepción de la Toráh). Durante la festividad de Pésaj recordamos la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto.
Cuando una persona es esclava, su tiempo no le pertenece, su dueño le dice qué hacer con su tiempo, pero una vez que se ha liberado, su tiempo es de él y la persona debe comprender lo valioso que es cada día. Por eso El Omer nos recuerda que nuestros días no deben ser desaprovechados, un día sin hacer algo significativo para nosotros, aunque sea pequeño, es un día desperdiciado. Además, es un día que no volverá.
Hay otra cosa que nos recuerda la cuenta del Omer: la cuenta va aumentando en cantidad, es decir, nos trae a la realidad que el tiempo va pasando, los días van transcurriendo, el tiempo se agota, porque además, nunca sabemos cuánto tiempo nos queda.
Has que tus días tengan valor, durante esta cuenta del Omer no permitas que la mala inclinación te robe tu tiempo:
- Agradece cada día por todo el tiempo que has disfrutado y has sido feliz
- Proponte realizar cada día del Omer una actividad significativa para ti (plegaria, salmos, reflexión, lectura, clase, etc.)
- Revisa aquellas cosas que aún sientes como una carga negativa dentro de ti (Seguro roban mucho de tu tiempo y energía) y esfuérzate por removerlas
- Realiza un pequeño (o gran) acto de bondad: visitar un enfermo, realizar una donación, consolar, ayudar, compartir, etc.
Que todos tengamos el mérito de que cada día nuestro tiempo sea más y más valioso!
Con cariño,
Maestra Claudia Vásquez