Suelta
Estamos viviendo en una época en la cual podemos llegar a cuestionar mucho nuestro entorno; cuestionar la vida que estamos llevando, nuestras amistades, nuestras rutinas.
¿Cuál es el propósito de esa situación dolorosa que pudimos haber vivido?, ¿Cuál era el fin de esa relación en la que quizá nos metimos?
La mishná enseña (Pirke Avot 4.1) ¿Y quién es el sabio? El que aprende de todos los hombres. Al respecto podemos decir que todas las situaciones (Pasadas y Futuras) que podamos estar viviendo, pueden convertirse en tremendas enseñanzas para nosotros si somos capaces de mirarlas con los ojos correctos. Uno de los principios de la Emuná corresponde a percibir que todo aquello que nos ha tocado vivir, y aquello que nos tocará vivir en un futuro actúa para nuestro máximo bien; dicho esto, solo nos queda confiar en que Hashem tiene todo controlado, teniendo pleno control de todas las circunstancias que nos toca vivir en nuestra vida. Muchas veces dejar atrás para poder abrirnos hacia adelante, soltar nuestros respectivos pasados es lo que nos falta en el camino hacia la vida plena que Hashem quiere darnos.
Es importante en este tiempo incierto no perder la perspectiva y confiar el Hashem, puesto que es Él quien es soberano y justo. Dentro de las oraciones matutinas normales existe una frase que es relevante ante lo que estamos comentando:
“A-onai melej” : Hashem Reina
“A-onai malaj” : Hashem Reinó
“A-onai imloj leolam vaed” : Hashem reinará para siempre
En esta última frase cada una de sus primeras letras, de las primeras tres palabras forman el nombre de Dios n°58 (Yud Yud Lamed), “Cortar amarras”. Es cierto, solamente una vez que hemos entendido la soberanía de Hashem en cada circunstancia podemos ser capaces de abrirnos a la vida y propósito que Hashem tiene destinado para nosotros.
Les invito que meditemos este nombre esta semana, reconociendo la soberanía de Hashem, y asi atraer hacia nosotros todo lo bueno.
Afectuosamente,
Maestro Guía José Luis Céspedes