El tránsito hacia el sentido - Fundación Kabbalah

El tránsito hacia el sentido

Mucha gente se pregunta por el sentido de la vida, cómo se logra y qué es lo que significa, y este sentido de la vida sigue un “tránsito” natural en 4 etapas, que se podría graficar así:

La curva roja: Cuando somos jóvenes, lo que más importa es el placer corporal, los pasatiempos hedonistas, fiestas, adrenalina; “sexo, drogas y rock and roll”. Si bien hay gente que se queda estancada en esta etapa, para la gran mayoría llegados los 30 años esto ya no provoca satisfacción sino que se convierte en algo repetitivo, cuya resaca causa desagrado y por tanto pierde interés, con lo que pasa a la siguiente curva en el tránsito hacia el sentido.

La curva verde: La etapa siguiente es el obtener riqueza y ganar prestigio. El dinero es un bien muy estimado. Para el mundo implica que quien lo posee es exitoso y brillante. Puede comprar casi lo que quiera. Tenemos que admitir que las ventajas del dinero están por encima de todos los placeres mencionados antes. Hoy vivimos en una sociedad patas para arriba: la mayoría de la gente esta haciendo un muy mal negocio con sus vidas, creyendo que esta solo sirve para acumular riquezas, cuyo destino es satisfacer deseos que tienen que ver con placer inmediato y no con felicidad duradera, sin darse cuenta que cuando las necesidades materiales están cubiertas la satisfacción marginal de obtener más dinero es casi nula, tal como nos dice el Tanaj en Kohelet 5:11 “cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen, ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?”. Cuando se obtiene mucho dinero, probablemente tendrá más consecuencias negativas que positivas, porque a ese nivel quizás necesite guardaespaldas para poder caminar por la calle. La inmensa mayoría de la gente queda estancada en esta etapa, pero si logra tomar conciencia pasa a la siguiente curva en el tránsito hacia el sentido.

La curva azul: La etapa siguiente es el ganar conocimiento.  Como se da cuenta que la etapa anterior no le genera más satisfacción, entonces busca comprender como funciona el mundo, cuales son las leyes con las que funciona el universo, busca ganar comprensión para entender la realidad lo más profundo que se pueda. Esta etapa presenta el gran desafío de caer en la trampa de creer que con el conocimiento acumulado entonces el mundo se debe comportar como “yo” digo, es lo que nos expresa Kohelet 1:18 “porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor”. Solo quién logra escapar a la trampa del conocimiento pasa a la última curva en el tránsito hacia el sentido.

La curva negra: Este es el verdadero monstruo, el más difícil de lograr; encontrar significado y sentido a la vida. Una vez logrado todas las etapas anteriores, el vacío puede apoderarse de la persona que ya no encuentre una meta significativa en la que poner su esfuerzo, ya que prácticamente todas caen dentro de alguna de las etapas anteriores, hasta que se da cuenta que es libre al punto de no necesitar ponerse una meta y que no existe otra cosa que el momento presente, y como nos dice Viktor Frankl “y es precisamente esta libertad interior la que nadie nos puede arrebatar, la que confiere a la existencia una intención y un sentido”.

Afectuosamente,

Maestro Nicolás Rosenberg

 

 

 

 

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