Lo que nos separa de la Abundancia
Amigos, lo primero que deseo aclarar es que, cada vez que hablo de abundancia (shefa שפע), me refiero no sólo a dinero, sino también a todos los aspectos de nuestra vida (salud, amor, paz, felicidad, amigos, armonía, familia, etc.). La shefa significa, literalmente, «el fluido divino que lo contiene todo».
La Luz es lo que activa y dinamiza todo lo que existe. Sin Luz, nos enfermamos, nos deprimimos… Evidentemente, no podemos comer porque nada germina sin Luz; esto quiere decir que en ello (la Luz) hay potencialidad pura. En nuestro interior hay una gota de Luz, y ésta es la que hace encender el “motor” de la máquina que es nuestro cuerpo, el cual constituye el “carro”, mientras que la Luz vendría a ser el “chofer” (conocido con el nombre de alma). Siendo así, lo que nos separa de la abundancia es lo mismo que nos separa del alma. El alma no se nutre con comida, ni con dinero, ni con ropa, ni siquiera con un cuerpo escultural. El alma sólo se nutre de espiritualidad. Si estás dentro de un camino espiritual y no ves una mejora sustancial en todos los aspectos de tu abundancia, es porque lo que haces no tiene suficiente impacto en tu alma. Como ese fue mi caso, yo no descansé hasta que encontré el medio de impactar en ella como mi ser me lo pedía, y esto fue a través de la verdadera Kabalah, y es esta misma sabiduría la que me incita a compartir todo lo que aprendo. Por ello, te invito a que la conozcas a través de nuestra Fundación.
Con mis más sinceros deseos de que sus vidas sean un río de bienestar, amor y prosperidad, los abrazo y les digo hasta la próxima.
Maestra Sharon Moreno Abrigo.