No cabe duda que acá hay algo que va más allá de una limpieza general de primavera.
Oficialmente mi brazo derecho es cien veces más fuerte que el izquierdo, que me sigue ardiendo y todavía huele a Agua Jane.
Majón Alte’, el hogar donde vivo y estudio este año, ayer fue día de limpieza general para honrar la llegada del día de la festividad de Pésaj.
¿Y cuál fue mi tarea? Fregar el piso. Fregar uno a uno los treinta estantes de la heladera. Fregar las mesadas. Fregar los platos.
Mientras eliminaba las capas de mugre, moho y comida en mal estado de las superficies de todos los ítems que iba encontrando, hice un esfuerzo para que mi cerebro, tan expuesto a los vapores tóxicos de los elementos de limpieza, pudiera conectarme con el significado y propósito de toda esta actividad. El hecho de haber estudiado en Safed, la ciudad ubicada en el norte de Israel, donde tuvo origen el estudio de la Kabalá, me ha enseñado que debo esperar más de aquello que, en apariencia, es lo más común y corriente del mundo.
Es sabido que el Alter Rebe dedicaba muchísimo tiempo a la limpieza de su casa, que constaba de una única habitación. El mandato de verificar que no queden rastros de jametz ni de productos que hubieran leudado (una vez que la casa esté limpia) tendría que llevar apenas unos veinte minutos, pero él seguía haciéndolo durante toda la noche, cuidadosamente alumbrando el piso con su vela en busca de migas.
No cabe duda que acá hay algo que va más allá de una limpieza general de primavera.
El Alter Rebe no solo examinaba su casa. Estaba examinando su alma. Estaba identificando cuáles deberían ser los motivos por los cuales una persona hace una limpieza para recibir la festividad de Pésaj, verificando que no hubiera ni migas ni capas de suciedad que quizás pudieran estar cubriendo nuestra alma, impidiendo así que brille con toda su luz.
Hay numerosas explicaciones acerca de la tan temida limpieza general de Pésaj. Pero para mí, el enfoque Alter Rebe es el que más se distingue. De modo que aquí estoy, fregando y fregando. Con el alma enfocada en mi mente. Y me digo a mí misma, “Mimi, a limpiar a fondo hasta sacar todo… hasta que quede brillante”.
Limpia a fondo la negatividad. Permite que brille tu alma. Limpia a fondo las sugestivas influencias de la sociedad. Permite que brille tu alma. Limpia a fondo las barreras entre tú y tus hermanos y hermanas. Permite que brille tu alma. Limpia a fondo tus tontas inseguridades. Permite que brille tu alma. Limpia a fondo tu ego. Permite que brille tu alma. Limpia a fondo tu pereza. Permite que brille tu alma. Limpia a fondo las distracciones sin sentido. Permite que brille tu alma.
Limpia a fondo todas las capas. Revela la luz, el brillo. Revela tu misión. Revela tus facultades. Revela el significado. Revela la luz que hay inherente en la oscuridad. Revela la Santidad. Revela la redención.
Voy a dejar que brille mi pequeña luz. Y el mundo entero también está conmigo. Es que estamos en Nisán, el mes de la redención, y los judíos de todo tipo y adhesión están limpiando a fondo. Haciendo una limpieza a fondo del alma y del mundo.
El mundo está empezando a estar más limpio y a brillar.
Pésaj está cada vez más cerca. Nos vemos en Jerusalén.
Por Mimi Notik vía es.chabad.org