Muchas veces pensamos que tenemos poco poder por el hecho de no ostentar un cargo político o carecer de un rol “importante” al interior de una empresa u organización. Muchas veces creemos que figuras como los rostros de publicidad o los influencers de redes sociales, tienen el potencial de incidir en las opiniones y decisiones que los demás adoptan; pero nosotros podemos influir poco o nada en los otros.
En ambos casos nos equivocamos mucho. No solo no influimos poco, ni carecemos de “poder” sobre otros, sino que, al contrario, permanentemente estamos influyendo en los demás y por lo tanto, adquiriendo una responsabilidad y poder sobre lo que otros hacen y deciden. Y en la reflexión de esta semana te invitamos a hacer consciente este poder que HaShem nos dio a cada uno; y a hacer un uso sabio y luminoso de él.
Permanentemente, todos nos influenciamos unos a otros. Vemos lo que otros hacen, escuchamos lo que dicen, y consciente e inconscientemente, ello va teniendo efectos en nuestras decisiones. Cada vez que tú expresas algo que hiciste y que te trajo algún beneficio, los que te escuchan toman una “nota mental” y consideran hacer lo que hiciste. Cuando recomiendas un lugar, una práctica o un hábito, las personas prestan atención y lo registran como una posibilidad. Cuando tú ejecutas cualquier acción delante de otros, esos otros te observan y aprenden a hacer lo que tú haces.
La pregunta es: ¿eres consciente del enorme potencial de influencia que ejerces sobre los demás? Probablemente no. Porque generalmente no vemos los efectos de nuestra influencia y nuestro poder en otros. Actúa sobre desconocidos que te vieron de lejos ayudar a alguien a no caerse en la calle. Actúa sobre un amigo que te miró con cara de incredulidad cuando le contaste de lo bello de recitar salmos, y que varios años después de la anécdota, se anima a probar con unos salmos en lo íntimo de su casa. Lamentablemente también actúa sobre tus hijos, cuando te escuchan hablando mal de los vecinos; o del conductor del auto del lado, al que no le diste la pasada para que se incorporara a la ruta.
Esta semana toma conciencia y aprovecha con amor la oportunidad de sembrar influencias positivas sobre el mundo; sin saber incluso a quién o cómo estás influyendo. Y ten cuidado y precaución con los ojos y oídos que escuchan tus momentos de pesimismo, reactividad o mal carácter. Asumamos con alegría nuestra capacidad de influir luminosamente a los demás; y no dejemos de decidir con conciencia por quién y cómo me dejo influenciar.
Que esta sea una semana donde sembremos Luz y purifiquemos la energía que nos motiva.
Con cariño,
Maestra Ximena Solar