Un Buen Amor

La semana pasada leímos en la parashá (porción de la Toráh) de la semana, la célebre frase “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Te proponemos esta semana reflexionar y avanzar en la manera cómo llevamos a la práctica éste, uno de los preceptos más hermosos e importantes de la Toráh.

¿Cómo podemos mejorar nuestro amor a los demás? Rab Tussie a partir de las enseñanzas de los sabios de la Torah, nos comparte 3 niveles a través de los cuales podemos mejorar, con conciencia el amor que prodigamos:

1. No hacer a los demás lo que no querrías que te hicieran. Es el nivel más simple y esencial. Si no quieres que hablen mal de ti, deja de hablar de otros; si no quieres faltas de respeto, respeta a todos; y así. La primera expresión de amor a los demás es eliminar las acciones negativas que emitimos hacia los otros, con consideración y empatía. La medida de lo que no quieres para ti, es la misma que usas para tratar a los demás. El comienzo esencial del amor.
2. Desear a los demás, todo lo bueno que quisieras para ti. Este nivel implica salir de tu auto-centramiento, y alegrarte genuinamente por las cosas buenas que le pasan a otros. Desear que a todos les vaya bien, más allá de tus propios logros; y desapegarte de cualquier rasgo de envidia o celos. Desear felicidad, amor, salud y bendiciones a quien te encuentres, comienza a salir desde el centro de tu corazón.
3. Tomar iniciativas activas de apoyo o ayuda; ir a buscar con quien compartir lo propio, estar presente para los demás. Ser generosos y apoyar a otros, como si fueran “los tuyos”. Tu hermano, tu hijo, tú mismo.

Amor y bondad son dos de los atributos más esenciales de HaShem. Cuando Él nos indica amar al prójimo como a nosotros mismos, nos impulsa a crecer en la dirección de nuestra mayor felicidad: amar bien es aproximarnos a ser como Él y, por lo tanto, estar cercanos a Su amor…

Que esta semana, no importa el nivel que escojamos trabajar, HaShem nos ayude a crecer en desarrollar cada vez más un buen amor hacia los demás, que emerja de un amor profundo hacia nosotros mismos, y que se traduzca en amar cada vez más y mejor a nuestro Creador; y sentir la emoción y la alegría de abrirnos a experimentar Su Amor hacia nosotros.

Con cariño,

Maestra Ximena Solar