La Bendición de la Paz entre hermanos
La porción de la Toráh que estudiamos esta semana – Vaiejí – narra las bendiciones de Yaakov a sus descendientes antes de abandonar este mundo; y está llena de secretos y claves proféticas; sobre lo que sería el futuro del Pueblo de Israel y del mundo.
Para la reflexión de esta semana, les proponemos prestar atención a que las primeras bendiciones que el Patriarca Yaakov realiza, las hace sobre sus dos nietos: Efraím y Menashé, hijos de Yosef. Esto nos llama a preguntarnos ¿Por qué se destaca de esta manera el lugar de estos dos hermanos, en un momento tan transcendental como éste? De hecho, es costumbre para el judaísmo, que iniciando Shabat, los hijos reciben una bendición «para que sean como Efraim y Menashe«. De nuevo, ¿Qué elemento a aprender es tan relevante en estos dos hermanos; que se nos refuerza con tanta claridad?
Efraím y Menashé son los primeros hermanos en la Torah que verdaderamente construyen una relación cercana, fraterna y de unidad. Provienen de una pareja que sabe construir Shalom Bait (Paz en el hogar) y en la que la vida espiritual se respeta y encarna profundamente, más allá del entorno adverso y material en el que nacen y se desarrollan (Egipto). Con esa nutrición espiritual, Efraím y Menashé logran romper un patrón de enemistades y rivalidades fraternas que se venía reproduciendo desde el inicio de los tiempos; y logran consolidar una relación de paz y unión llena de Luz. Tanta es la luz que revelan, que su abuelo, Yakov, sin ser sus hijos, le da a cada uno el estatus de “tribu” y una porción en la Tierra de Israel. Todo ello, por ser capaces de romper este patrón y mantener una conexión espiritual profunda y verdadera, aun en entornos adversos y materialistas.
¡¡Que esta semana todos podamos sembrar las semillas de Efraím y Menashé en nuestro mundo. Que el entorno materialista y concreto que nos rodea no nos desconecte de nuestra realidad espiritual, y seamos capaces de recordar que, espiritualmente, somos todos hermanos, venimos a desarrollar nuestros procesos de corrección en conjunto, nos necesitamos unos a otros; y en la medida en que podemos superar las enemistades y rivalidades de forma y entender que todos somos imprescindibles para la corrección global; podremos acercarnos, conectarnos y ayudarnos con amor; y traer la Bendición de la Paz a nuestro mundo!!
Con cariño,
Maestra Ximena Solar