“Si alguien entre vosotros experimenta la profecía Divina, Me daré a conocer a él en una visión; le hablaré en un sueño” (Números 12:6)

¿Por qué los sueños?

Los sueños, escribió el Rav Kook, cumplen una importante función en el mundo. Los grandes sueños son el fundamento mismo del universo. Los sueños existen a muchos niveles. Están los sueños premonitorios de los profetas y los sueños conscientes de los poetas. Están los sueños idealistas de los grandes visionarios por un mundo mejor; y están nuestros sueños nacionales de redención: “Cuando Dios devuelva la cautividad de Sion, seremos como soñadores” (Salmos 126:1).

Por supuesto, no todos los sueños entran en la categoría de “grandes sueños”. Algunos sueños son intrascendentes, tal como está escrito: “Los sueños hablan en falso” (Zacarías 10:2). ¿Qué es lo que determina si un sueño es profético o intrascendente?

Sueños verdaderos y falsos              

Los verdaderos siervos de Hashem concentran todas sus aspiraciones y todos sus esfuerzos en rectificar el mundo entero. Cuando los pensamientos y las acciones de la persona se concentran exclusivamente en perfeccionar toda la creación, entonces su imaginación sólo se verá estimulada por asuntos que se relacionan con la realidad universal. Los sueños de estos individuos naturalmente serán de gran importancia. Sus sueños están ligados a la verdad interna de la realidad, a su pasado, presente y futuro.

Pero en el caso de las personas que se preocupan por sus asuntos privados, sus facultades imaginativas se limitarán -al igual que sus pensamientos y sus actos al estar despiertos- a cuestiones personales. ¿Qué verdad podría revelarse en la imaginación de alguien que nunca logró elevarse por encima de los pensamientos y deseos egocéntricos?

Los Sabios expresaron esta idea con la siguiente imagen alegórica: los sueños proféticos son traídos por los ángeles, mientras que los sueños falsos son traídos por los demonios (Berajot 55b). ¿Qué significa esto? Los ángeles son fuerzas constantes en el universo, que están predispuestas para perfeccionar el mundo. Los sueños verdaderos se relacionan con estas fuerzas positivas subyacentes. Los demonios, por el contrario, son fuerzas no santas que se basan en objetivos específicos que son inconsistentes con el orden universal general. Los sueños falsos son las fantasías resultantes de tales deseos privados.

La verdadera realidad de los sueños

Algunos se enorgullecen tontamente de ser “realistas”. Insisten en considerar sólo el mundo material en su estado actual, una visión parcial y fragmentada de la realidad. De hecho, son nuestros sueños los que nos liberan de las limitaciones de la realidad actual. Son nuestros sueños los que revelan con precisión la verdad interna del universo.

A medida que esa realidad futura se va revelando, merecemos una claridad de visión cada vez mayor. Nuestra percepción se acerca a la aspaklaria meirá de Moisés, con quien Dios habló “cara a cara, en una visión que no contenía alegoría, para que pudiera ver una imagen verdadera de Dios” (Números 12:8).

 

por: Rabino Abraham Isaac Kook z”tzl vía breslev.co.il

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