Actualmente, estamos viviendo un contexto único. Vivir una pandemia era algo que leíamos en clases de historia, en donde nos contaban las travesías de pueblos de antaño y lo trágicas que eran sus muertes masivas. Sin embargo, conocer una pandemia en 1era persona es algo que dudo alguien haya imaginado vivir en carne propia. Todo eso era lejano, casi parte de una leyenda. Pero bueno, aquí estamos enfrentando uno de los desafíos más grandes de nuestro mundo en presente, no en historia.
No obstante, para un kabbalista este escenario (y todos, en realidad) forma parte de un plan divino. Sabemos desde el corazón que esto es para mejor y postergamos a nuestra mente, que generalmente entra en alarma y deja salir el miedo. Nadie dijo que enfrentar esta tarea era fácil, pero claramente es posible, y más aún, estamos invitados no sólo a hacerle frente; sino a superarla con todo el éxito posible.
Ahora bien, la pregunta que sigue es: ¿Cómo lo hago? ¿Cómo supero esta realidad que tiene tan debilitado al ser humano? Bueno, para esto existen tantas respuestas como personas hay en el mundo. No hay receta, no existe una poción que nos saque de este planeta. Sin embargo, una buena práctica es cambiarle el nombre al “corona virus” por “incertidumbre”. Debes lograr sentir que lo más nocivo para nuestra existencia es ser incapaces de lidiar con el “no saber”, con el “miedo”, con el “ya no puedo hacer planes”. Y también, por supuesto, debes lograr sentir y agradecer que sí contamos con un antídoto para la incertidumbre, sí existe la vacuna y se llama “certeza”.
¿Certeza en qué? ¿En que todo esto va a pasar y volveremos a tener el control de nuestras vidas? Evidentemente que no. La persona inteligente y con hambre espiritual da por sentado que todos los cambios que se están llevando a cabo no son temporales, llegaron para quedarse. Por lo tanto, nuestro llamado es a cambiar el objetivo. Nunca tuvimos ni tendremos control de nada. Pon tu certeza en la verdad, en tu luz, tu chispa divina, tu relación con Hashem, el amor por ti mismo y por los tuyos. ¡¡¡Eso es cierto Baruch Hashem!!!
El nombre de Di-s 46 nos abre el camino a la conexión con la certeza. La certeza nos trae paz y nos permite alienarnos de las malas noticias y todo aquello que está ahí para debilitarnos. Protégete de la “incertidumbre”, lava bien tus pensamientos y mantén distancia del miedo.
Afectuosamente,
Maestra Guía Natalia González