¿Para qué nos sirve la espiritualidad?
Muchos de nosotros nos hemos acercado a la Kabbalah a partir de experiencias o sentimientos personales dolorosos que nos hacen buscar ayuda y consuelo. Es muy frecuente que las personas busquen en la espiritualidad aquellas respuestas que no encuentran con la sola razón. Muchos tienen la sana curiosidad por aprender una disciplina de la que se habla cada vez más, y finalmente un grupo pequeño pero creciente busca saber más y crecer como seres humanos.
A poco de comenzar nuestro estudio y práctica espiritual nos damos cuenta que mejoramos nuestra comprensión de nosotros mismos, mejoramos nuestra relación con el Creador, y encontramos nuevas y mejores formas de entendernos con los demás. Reflexionamos sobre nuestro pasado bajo un nuevo prisma y extraemos valiosas lecciones de cada lectura y plegaria. Incluso mejoran nuestros hábitos cotidianos y hasta nuestra salud.
En nuestro entusiasmo, incluso recomendamos a otros emprender el camino que ya hemos recorrido, enumerando todos los beneficios de la espiritualidad y lo bien que nos ha hecho.
Efectivamente el estudio y práctica espiritual nos vuelve mejores personas y tiene muchas ventajas. Sin embargo, aunque ciertas, estas afirmaciones se centran en “lo que la espiritualidad puede hacer por el ser humano”, dejando de lado una verdad esencial: Todo lo que existe ES espiritual. Es decir, la comprensión de la espiritualidad se refiere a los fundamentos mismos de la existencia, no solamente a los aspectos prácticos o convenientes para el ser humano. Es decir, lo que nos gusta es espiritual, pero lo que no nos gusta también; las bendiciones recibidas son espirituales, pero los dolores y problemas del mundo material también lo son; la plegaria y los actos de misericordia cobran un nuevo sentido si se les mira bajo el prisma espiritual, pero el sufrimiento y los desequilibrios energéticos también.
Los aspectos prácticos o convenientes son sólo una dimensión de la vida espiritual. Centrarse sólo en ellos sería como pensar que tener pareja e hijos sirve para sentirse acompañados, sin apreciar la profundidad y alcance del amor familiar.
Si asumimos nuestra comprensión de la espiritualidad con una mirada más amplia, nos acercaremos a una comprensión más completa y real de la existencia. Es una buena sugerencia para dar una mirada refrescante a nuestra experiencia espiritual.
Amén,
Maestra Carolina Castagneto