Estamos en una experiencia material desde nuestros sentidos, donde el sentido de escuchar, guía nuestras experiencias a lo largo de toda nuestra vida, desde lo primero que escuchamos, hasta el último de nuestros días, nuestra experiencia material se ve mediatizada por lo que nosotros oímos. Sea música, una palabra de un amigo, una discusión.

Uno de los puntos más desafiantes dentro del desarrollo personal/espiritual, corresponde a saber escuchar; pero, en éstos tiempos, ¿Qué vale la pena escuchar? ¿A qué le prestamos atención dentro del mundanal ruido que nos rodea?

Frente a esto, el Orjot Tzadikim 13.8 (Clásico medieval) nos explica 4 clasificaciones dentro de la Escucha:

  1. Quien escucha y pierde por eso: Acá se nos cita directamente a Adam, quien por escuchar la voz de Javá comiendo del fruto del árbol del conocimiento del bien y el mal, perdió su conexión con la luz, siendo expulsado del paraíso (Bereshit 3.17).
  2. Quien escucha y gana por eso: Esta semana la parashá Vaierá nos cuenta el relato en que Abraham en momento de dificultad interna al tomar una decisión (Sacar a su hijo Ishmael de su campamento), es Hashem quien le pide que Escuche la voz de su mujer Sará, y es que precisamente, la voz de Dios muchas veces se esconde dentro de las personas más cercanas. No debemos olvidar que quienes nos rodean (Esposa/o, amigos, familia, trabajo, etc.) son parte esencial del trabajo que vinimos a hacer a éste mundo, y muchas veces los consejos que nos dan, nos pueden ayudar a desarrollar nuestro máximo potencial espiritual. Las respuestas que necesitamos escuchar muchas veces no están lejos, sino más cerca de lo que pensamos.
  3. Quien no escucha y pierde por eso: Acá el Orjot Tzadikim menciona al pueblo de Israel quien fue mandado al exilio por no escuchar la voz de Hashem.
  4. Quien no escucha y gana por eso: Los sabios continúan la exposición dando el relato de Yosef, quien no escucho las palabras de la mujer de Potifar el cortesano de Paró. (Bereshit 39.10), y debido a ese merito llegó a ser cabeza en todo Egipto (Bereshit 42.6).

¿Cómo poder discernir la voz de Hashem cuando lo que nos rodea nos habla? Acá van algunos tips que considero relevantes para eso:

  1. Emuná Shlemá: Fé completa en Hashem, sabiendo que Nada escapa Su plan. Incluso tu crecimiento espiritual, está guiado acorde a lo que él determina.
  2. Plegaria/Rezo/Meditación: Una actividad de conexión constante nos ayudará a sintonizar nuestra alma con nuestro propósito en el mundo, atrayendo los mensajes que necesitamos escuchar en nuestra vida.
  3. Agradece: Agradecer es un liberador del influjo divino, que nos puede conectar con quienes somos.
  4. Recuerda que todos estamos en construcción: En cada palabra que recibas de otro, muchas veces puedes discernir la manera en que ellos ven el mundo, lo que nos dicen muchas veces es más reflejo de quienes ellos son, que otra cosa. Es importante no juzgar en este punto.

Que todos tengamos la oportunidad de escuchar la voz de Hashem, y seamos como Abraham quien fue bendito por eso, como dice la Torá (Bereshit 22.18) “Y se bendecirán en tu descendencia todas las naciones de la tierra, pues has escuchado mi voz”

Con cariño,

José Luis Céspedes

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