Unirse en comunidad
Esta semana leemos en la porción de la Toráh que le corresponde, que Moshé reunió a toda la comunidad de israelitas. ¿Cómo podemos conectarlo con nuestra situación actual?
Espiritualmente, toda crisis manifiesta un ejercicio de libre albedrío. La situación del coronavirus en el mundo no es la excepción. Hashem nos plantea la pregunta y nosotros tenemos la capacidad de elegir cómo responder a la situación. Esta elección no siempre es consciente, por eso, esta semana, los invitamos a mirar con atención desde dónde nos decidimos a responder.
Frente a la crisis aparecerá rápido la respuesta automática motivada por lo que conocemos por Ietzer Hará, o nuestra inclinación al mal. Desde esta óptica; las respuestas a las crisis activan el miedo (a veces descontrolado o inmovilizante) y desde ahí, el dispositivo del egoísmo, cuya respuesta automática será velar sólo por mi (o en su extensión, ¨solo por los míos’). En esta posición acaparamos nuestra porción (y la de los demás) en supermercados o farmacias (‘sálvese quien pueda’), restamos importancia a la prevención, porque nosotros nos sentimos sanos, y el resto, bueno, “será su asunto”; o nos desconectamos de las necesidades de los demás, porque aparentemente nosotros estamos bien.
¿Cuál es la otra opción? En contrapunto, nuestro Ietzer Tov, o inclinación al bien nos mueve a estar atentos tanto a las necesidades propias como a las de los demás. Cuido de mi y cuido de otros. Me preocupo de abastecer mis necesidades, considerando las de otros: no acaparo y apoyo a los que pudieran necesitar ayuda. Respeto las medidas de prevención, por mí y por todos, no importa los cambios temporales que signifiquen. Y concentro mis energías, no en sembrar miedo, sino Luz.
Nuestro amado y luminoso Ietzer Tov, también nos permitirá vivir la crisis recordando las certezas fundamentales: Que todo viene de Hashem, que todo es por nuestro mayor bien, y que todo tiene un propósito. Estos son los momentos para manifestar los frutos de nuestro trabajo espiritual. Incrementa la plegaria (Tefilá), agradécele a Hashem todas las bendiciones y pide, no solo por ti, sino por todos. Hazte conciente de tus errores y corrige tu egoísmo (Teshuvá); y preocúpate por los demás. Y por supuesto, sé generoso (Tzedaká).
Los kabbalistas sabemos que estas 3T (Tefilá, Teshuvá y Tzedaká) sanan y salvan vidas. Y aplicarlas es realmente vivir y reunirnos en comunidad. La opción uno es velar solo por ti, y estar desconectado. La dos, es abrir tu conciencia a los demás y a Hashem, en amor y confianza; sintiéndote sostenido por Di-s y protegido por Él. No hay donde perderse. ¡La decisión es tuya!
Que Hashem nos permita a todos vivir con Luz y Emuná este tiempo, experimentando toda la Bendición de estar Conectados.
Con cariño,
Maestra Ximena Solar