Cada criatura posee un punto de fe, aunque sea el más pequeño. De este punto, que cree que hay un Creador del Universo, debe empezar a hablar con Él y así desarrollar su fe…

El hombre debe pedirle al Creador que le de fe.

Cierta vez, un hombre se acercó al maestro, autor de este libro, y le contó su pesar – Tenía muchas preocupaciones y miedos. El maestro le explicó que eso era resultado de la falta de fe. “¿Falta de fe? ¡Justamente eso no me falta!”, le respondió.

Le dijo el maestro: “En efecto, crees que el universo tiene un Creador, pero lo que no crees es que Él te supervisa personalmente, con “Supervisión Individual”, tú no crees que estás en Sus buenas manos, que todo lo que te llega proviene de Él, y que todo es para tu bien eterno. Un hombre que cree que todo es para bien, no tiene ninguna preocupación ni miedo. Hay quienes tienen miedo de cierta enfermedad, o que alguien le cause un perjuicio, o del “mal de ojo”, o se inquietan por no encontrar sustento, o por el temor de ser despedidos de sus trabajos, etc. – todo esto llega por la carencia de fe, es decir que no creen que se encuentran en las manos del Todopoderoso y que todo lo que Él hace es para bien”.

El hombre le preguntó: “Si es así, ¿qué se debe hacer? ¿Cómo se logra la fe?”.

“Pidiéndoselo al Creador”, le contestó el maestro: “Por favor Creador del Universo, dame fe, permíteme creer que todo lo que me sucede es para mi propio bien. Dame poseerel mérito de saber que estoy en Tus manos y que todo lo que harás por mí es para bien. Dame el conocimiento que “No hay tribulaciones sin transgresiones, y por favor, retiene los severos Juicios Celestiales mientras me esfuerzo por corregirme”.

“¿Qué? ¿Puedo pedirle fe al Creador?”.

“¡Por supuesto! ¿Acaso conoces a un destinatario mejor?”, preguntó el maestro. “Todo lo que tenemos proviene del Creador, y si es la fe lo que te falta, pídesela a Él diciendo: ‘Por favor, Señor del Universo, dame la fe en Ti, dame la creencia que Tú eres el destinatario de todas mis necesidades: mi salud, sustento, seguridad… Dame la fe que no existe nada más fuera de Ti y que nadie puede hacerme daño ni tocar mis posesiones, etc.’Y cada vez que sientas una inquietud o un miedo, pídele al Creador que te de la fe para superarlos”.

Cada criatura posee un punto de fe, aunque sea el más pequeño. De este punto, que cree que hay un Creador del Universo, debe empezar a hablar con Él y así desarrollar su fe. Porque cada conversación con el Creador es una expresión de fe, aun si no se la pide explícitamente. Por supuesto, que cuando se presentan peticiones al Todopoderoso, hay ante todo que pedirle la cosa más importante de la vida – la fe.

Incluso el Rey David, agradecía al Creador por estimularlo a creer en Él. Sabía que había recibido de Él toda su fe. Vemos también que grandes Justos que escribieron plegarias, como constatamos en el voluminoso libro “Recolección de Plegarias”, por encima de todo, pidieron fe. Con un idioma simple rogaron: “¡Dueño del Mundo, por favor, dame fe!”. ¡Y no estamos hablando de gente común, sino de hombres piadosos que alcanzaron la santidad y pureza espiritual! Por lo tanto, cada uno debe saber que si posee fe, debe agradecerle al Creador; y si le falta – debe rogarle que se la dé.

Cada uno aprenderá de este ejemplo, que si el hombre cree que posee fe pero esta no lo conduce a una buena vida, a la alegría, a la paz interior, a la tranquilidad, a la paciencia y a la armonía con los que le rodean, ciertamente debe rezar y rogar más y más por ella.

El “Aislamiento” – La Plegaria Personal

Ya hemos mencionado el concepto del “Aislamiento” y lo explicaremos brevemente. El “Aislamiento” es la plegaria personal donde el hombre expresa todo lo que tiene dentro de su corazón, en su propio idioma, y con sus propias palabras, sin la ayuda de ningún libro o plegarias escritas. Cada persona debe consagrar cada día, por lo menos sesenta minutos para apartarse y aislarse de los demás y así unirse y conversar con su Creador. Le agradecerá por todos los beneficios que le prodiga, confesará todas sus fallas, Le pedirá perdón, y también Le rogará que colme todas sus privaciones. Para esto se puede escoger cualquier horario y lugar, con la condición que el hombre pueda encontrarse solo con el Creador. |

De hecho, el “Aislamiento” es el mejor consejo para lograr la fe, y esto por varias razones:

a)     Hablar diariamente con el Creador durante una hora o más, induce fe en el hombre y la instala dentro su corazón.

b)     Cuando el hombre ve que sus plegarias y peticiones son atendidas, su fe en el Creador y en Su Supervisión se consolida.

c)     La plegaria personal es la herramienta principal y más poderosa que tiene el hombre para transformarse. Cuando superamos los malos rasgos y adquirimos buenas cualidades construimos nuestra fe y viceversa.

d)     El Creador ilumina la luz de la verdad y de la fe en los corazones de los que Le agradecen cada día por sobre todas las cosas.

e)     La confesión cotidiana que el hombre realiza por sus pecados en su “Aislamiento”, le trae la comprensión que todo lo que el Creador hace es para bien – lo cual es la esencia de la fe.

Continuará…

 

(Extraído del libro “En el Jardín de la Fe” por R.S. Arush, Director de las Instituciones “Jut Shel Jésed” – “Hilo de Bondad”)

 

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