Hace algunos días compartimos la celebración de Tu Be’Av, el día del Amor según el calendario lunar hebreo, la cual nos regala bellas enseñanzas…
El Sol, en su máximo esplendor brillando en su signo (Leo), abraza a la Luna en su máximo esplendor (Luna Llena), invitándonos a recordar lo esencial del encuentro amoroso con nuestra pareja y con quienes nos rodean, desde nuestra esencia, nuestro propio esplendor, conectados con nuestro potencial y con aquello que nos distingue y al mismo tiempo nos une.
Esto se refuerza por el precepto de “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, recordándonos que para amar al prójimo debemos ser capaces de honrarnos y amarnos a nosotros, de honrar la creación de Hashem que somos con nuestros desafíos y virtudes… como unidad integrada de luces y sombras, como chispas divinas.
Las y los invito a brillar, en humildad y en esplendor… a re-conocer nuestro potencial y abrirnos al amor incondicional desde la entrega de los atributos propios y desde la apertura a recibir desde los atributos ajenos… a bailar esta danza que es el encuentro en el abrazo amoroso que simboliza el calor del Sol reflejado en la Luna Llena que lo recibe y refleja, en el amarme como causa y amarte como efecto… en “Amor del Bueno” que es justamente Amor.
Cariños y Bendiciones,
Maestra Diana Yael Rubinstein Muchnik