Vivimos en un mundo que cada vez parece más inseguro; desde guerra comercial entre países que provocan recesiones hasta noticias de delincuencia y robos de todo tipo abundan en estos días, desde robo con violencia hasta organizaciones que timan gente aprovechándose de su codicia.
El resultado común es la pérdida, que no es otra cosa que dejar de recibir, en lugar de recibir con continuidad, que para eso vinimos a la tierra.
¿Y por qué sucede?. La pérdida material es meramente un trueque entre algo que valoras y tu vida. Es el tipo de cambio entre virtudes y transgresiones que corrige el balance del alma, dejándolo en cero en vez de en negativo.
Fallamos en ver nuestras transgresiones, y además el tiempo pareciera suavizarlas y por tanto, nos olvidamos. Como fallamos en ver nuestras transgresiones, no encontramos sentido cuando sufrimos una pérdida material. Es ahí cuando entra en juego la palabra “por qué” en Hebreo.
En Hebreo el término más común de “por qué” se dice LAMA. LAMA quiere decir “LE MA”, es más un “para qué” que un “por qué”. También existe el término YADÚA, que se refiere a entender el por qué, la causa, el hecho que originó el problema, pero este término tiene muy poco uso.
La verdad es que es muy difícil para nosotros, que vivimos cegados por nuestros 5 sentidos, que podamos ver el por qué de una pérdida, que transgresión la causó. Lo que sí podemos llegar a ver es el “para qué”; qué debo cambiar dentro de mí para que la pérdida tenga sentido.
Afectuosamente,
Maestro Nicolás Rosenberg