Hoy comienza una festividad llamada Simjat Toráh o la Alegría de la Toráh, lo que nos llama a reflexionar sobre por qué la Toráh – nuestro código y manual de instrucciones para la vida – debería darnos alegría. Aquí les escribo algunos pensamientos al respecto:
  1. En la actualidad existen muchos libros de autoayuda y un sin fin de alternativas, desde las terapias convencionales hasta las más esotéricas, que nos presentan una forma de alcanzar la felicidad y aunque algunas de ellas nos pueden ayudar en nuestro camino hacia la dicha, la fuente de sanación permanente se encuentra en la Toráh, también conocida como los 5 primeros libros de la biblia. Libros que tienen más de 3.500 años y que de acuerdo a nuestra tradición, fue entregada por el mismísimo Di-s a Moisés, para ayudarnos a perfeccionar nuestra alma y alcanzar la plenitud real y permanente.
  2. La Toráh tiene 4 niveles de profundización, si nos quedamos solo en el primer nivel que consiste en la lectura de las historias y leyes relatadas, nos quedaremos con la impresión que hemos leído un libro más. La Kabbalah estudia el SOD (secreto) el cuarto nivel de la Toráh y que nos muestra los secretos codificados en cada letra hebrea, cada capítulo contenido en este texto sagrado que es pura LUZ para alumbrar aquellos aspectos de nuestra alma que necesita ser corregido y perfeccionado.
  3. Tantas veces en nuestra vida nos sentimos confusos, perdidos y desconectados. Nos cuesta creer que existe una sabiduría al alcance de nuestras manos, más si la miramos como libros que son parte de varias religiones y lo más probable, es que en algunos casos, no queremos pertenecer a una religión, justamente queremos alejarnos de eso, tampoco queremos ser asociados a alguna de ellas y su liturgia. Y precisamente, la Toráh no es una religión sino enseñanzas disponible para que la aprendamos y la hagamos parte de nuestra vida. No es necesario repetirla de memoria, la Toráh le habla a cada uno de acuerdo a su propio nivel y le mostrará lo que debe integrar en su momento. No nos cerremos a este regalo.
Y como todo regalo hay que agradecerlo, la mejor forma de hacerlo es a través de nuestra alegría, la alegría nos trae esperanza, nos pone en un estado emocional de apertura, hace que nuestro cuerpo secrete endorfinas y nos genere una sensación agradable. Por eso debemos esforzarnos cada día por estar alegres, por esbozar sonrisas y soltar el ceño fruncido; la alegría es nuestro verdadero trabajo, porque en esta actitud podremos ver los milagros que se nos presentan continuamente y también podremos ver a la Toráh como algo más que un simple libro. 
Que tengan una semana alegre y llena de emociones lindas.
 
Claudia Vásquez (Hannah)
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