Desde el 17 de Tamuz hasta el 9 de Av ( Domingo 1 de Julio hasta domingo 22 de julio) atravesaremos por las 3 semanas más negativas del año. Desde el punto de vista energético las Ben HaMetzarim (semanas de estrechez) son días donde existe una pesadez en el ambiente que puede hacernos sentir que la vida es más difícil en este periodo. Este es también un tiempo en el que nuestro egoísmo parece emerger con toda su fuerza para activar nuestra naturaleza reactiva hacia nosotros mismos y hacia los demás. Muchos de nosotros también pasaremos por grandes desafíos que nos interpelarán durante estas semanas (pérdidas en el trabajo, conflictos con los hijos, problemas de pareja, enfermedades, etc.) nuestra EMUNA será probada cada día y dependerá de nosotros si renaceremos más fortalecidos o nos dejaremos abatir ante la negatividad.
Este no es un tiempo para sentir temor, porque nuestros sabios kabbalistas nos han enseñado que cuando existe más oscuridad también hay más LUZ disponible y esta paradoja nos da un impulso para hacer el trabajo espiritual al que estamos destinados. Vamos a ser desafiados y eso nos permitirá ver en primera persona aquello que necesitamos cambiar. Este es el mejor tiempo para la transformación profunda, para hacernos las preguntas difíciles sobre nuestra vida y para dejar de argumentar y realizar los cambios necesarios para hacer un cambio de timón necesario.
Aprovechemos estas semanas para poner en práctica varias herramientas kabbalistas que nos permitirán transformarnos en la mejor persona que podamos ser:
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- Fortalecer la EMUNA diariamente es la primera tarea. Recordar que todo viene de Di-s, todo lo que ÉL hace es para nuestro bien último y que si somos merecedores y pasamos la prueba de fé podremos ver grandes milagros.
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- Es el momento para agregar más plegarias y con más intensidad: pidamos que se nos muestren nuestras Klipot, poder ver aquello que nos endurece el alma y llenan nuestras vasijas de rocas pesadas que no nos dejan ser felices, ya que no podemos cambiar lo que no vemos.
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- Dejar tiempo para la meditación (ojalá con los nombres de Di-s) para el descanso, para retomar la lectura de libros (idealmente de estudio de kabbalah), para tomar baños de tina (el agua es sanadora), para cuidarse emocional y físicamente, para contemplar tu vida mirándola con perspectiva, para compartir también con los tuyos.
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- Estar abiertos a los desafíos que vendrán, estar atentos y receptivos al surgimiento de conflictos y problemas, pues ellos esconden aquello en lo que necesitamos reflexionar y posteriormente cambiar. Evitemos responsabilizar a los demás o a las circunstancias sobre lo que nos está pasando.
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- Evitar por todos los medios posibles sucumbir a la tristeza, el enojo, la victimización, la culpa, la angustia, la desesperación; todas son herramientas del ego para jugar en nuestra contra. Recordar que si estamos ansiosos, no tenemos suficiente EMUNA; si nos sentimos presa de los problemas hay que reforzar la creencia que Di-s está detrás de todo y hay algo bueno para nosotros. Eso es EMUNA. Es difícil, pero es nuestro trabajo espiritual en este periodo.
Que HaShem nos de la fuerza y la bendición para transitar por estas tres semanas y que sea para nuestra máxima transformación y el logro de la felicidad que tanto anhelamos.
Con cariño,
Maestra Claudia Vásquez