Reflexión sobre el odio oculto

Según los ancianos Kabbalistas: Si una persona presencia cualquier forma de odio, ya sea en su propia calle o en cualquier parte del mundo, esto significa que esta persona aún tiene alguna medida de odio que persiste en su alma.

Si guardamos aunque sea una ligera animosidad hacia otra persona -por cualquiera sea la razón, válida o inválida, consciente o no consciente- traemos destrucción al mundo.

Todos hemos escuchado que el odio es tomar veneno con la intención que muera el otro, el problema con este veneno es que mueren ambos. Al meditar reconozcamos a toda persona o grupo de personas hacia las que sentimos enojo, envidia, malicia, disgusto o cualquier combinación de estos sentimientos.  Con la Luz de este nombre, dejemos caer todos estos sentimientos como una carga de ropa sucia en la lavadora. Meditemos en el nombre de Dios N°19.

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