(By Saryta)
Encontrar espiritualidad y calma en estos tiempos, es casi como ir de compras… Las tendencias son variadas, la oferta es importante, y sitios donde estudiar y aprender hay en todas partes, Gracias a Dios!!!
Honestamente a mi edad, tengo menos de 30 años (por si se preguntan), había buscado en algunos lugares, y en el fondo siempre dejaba los talleres y cursos a medio andar… hasta que un día conocí la Kabbalah. (En algún futuro artículo, les contare de cómo llegué acá).
A los dos meses, ya veía cambios en mi, y en mi relación con los demás, empecé a encontrar sentido a un montón de cosas, logre comprender el suceso de un montón de cosas más, y comencé a proyectar la película de mi vida desde un formato que jamás había imaginado. No era 3D ni 4D, pero si era un rollo completo de anécdotas y vivencias que a los veintisiempre, piensas que lo es todo.
Desde que comencé a ver el making off de la película, me di cuenta que nada estaba al azar, que el elenco fue escogido con el mejor casting, y que el director, productor y editor de la película era el mejor de todos! (Obvio si es el creador del universo).
No puedo negar que ha sido difícil entender el guión, siempre nacen los cuestionamientos de ¿por qué pasa esto?, ¿Qué sentido tiene?, ¿ por qué hay una conspiración contra mi ( al más puro estilo, película de acción). Pero desde que decidí despedir a la victima de la película, y yo volverme la mejor protagonista, todo ha sido más fácil y mucho más mágico.
Hoy les puedo decir, que acepto con amor cada cosa que pasa, porque entiendo que “todo pasa por algo”, que la película es clara y honesta. Que si se repite la escena es porque yo no estoy superando algo, entendiendo o dando lo mejor de mí, o incluso se puede repetir la escena para recordarnos cual es el camino correcto, lo importante es avanzar, y que cada estreno personal sea el más exitoso, en donde tú te hagas responsable de cada paso que das, y entiendas que todo está pre-diseñado para tu Evolución.
Y si tú pensabas que esté es el final de la historia Te cuento que esté es solo el comienzo…
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