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“Y esta es la ley de la ofrenda minja” u ofrenda de harina (Vaikrá 6:7)

La naturaleza de todas las otras ofrendas presentadas en el altar del tabernáculo era, que ellas fueran llevadas de una sola vez, todas debían llevarse juntas. Sin embargo, la ofrenda de harina era traída, mitad en la mañana y la otra mitad en la tarde.

El Midrash dice que cualquiera que ofrezca una ofrenda, es como si le ofreciese el mundo entero extremo al otro. ¿Por qué la ofrenda de harina era ofrecida en dos mitades, y por qué era sinónimo de ofrecer el mundo entero?

El tema aquí es que la ofrenda de harina era  ofrecida principalmente por los pobres. En espiritualidad sabemos que el estado de  pobreza, el sentirnos que no poseemos nada es esencial, y es el ingrediente principal para llegar a hacer tshuva, para llegar al arrepentimiento.

No importa cuán lejos una persona se encontrara de Dios, los efectos sanadores de esta ofrenda llegaban a la persona que la ofrecía, sin importar donde se encontrara físicamente, o cuan lejana se encontrara la persona espiritualmente.

Sabemos que es luego de lograr este estado de pobreza espiritual, que las personas alcanzan el mérito de estar cerca de la Luz.

Si nos preguntamos  ¿De qué manera podría esta ofrenda sanar? La respuesta es que la persona, tiene que  ser capaz de sentir pobreza espiritual,  vencer su orgullo, y motivarse para pedir a Dios por ayuda para regresar a Él, tal como una persona de escasos recursos económicos se motiva y grita a los cielos para pedir ayuda financiera, porque él está  muy consciente de sus dificultades económicas.

Esto nos enseña que cuando una  persona se considera en estado de pobreza espiritual, de que no lo sabe todo, de que se equivocó y que probablemente se va a volver a equivocar etc., cuando una persona vacía su vasija de ego, de la mentalidad del yo primero, puede ahora venir a pedir a Hashem con absoluta verdad y sinceridad tal como comienza el Salmos 102:1

“Una plegaria del pobre (o sea de aquel que en ese momento ve su pobreza espiritual)……

Sabemos que este tipo de plegaria es muy apreciada por el Creador, y es en sí misma un mérito que permite acercarse a Dios, básicamente porque es absolutamente sincera.

Esta es la razón por la que la ofrenda podía ser llevada en mitades, para mostrar que una plegaria desde la verdad sirve maravillosamente aunque sea defectuosa (aunque solo llevemos la mitad) y esté mezclada con pensamientos confusos (defectuosos), y por lo tanto no nos expresamos elocuentemente, aún así, es aceptable y querida por Dios, tal como una mitad de la cantidad de la ofrenda de harina era una oferta aceptable.

Además, una persona tenía y tiene que sentir que era y es una  mitad incompleta para darse cuenta que necesitaba y que necesita la ayuda de Dios.

Vamos un poco más profundo en relación a la plegaria del pobre y a la importancia de conectarse con el Creador desde la humildad.

Del Zohar extraemos:

R. Eleazar planteó a R. Simeón, su padre, la pregunta siguiente: Hemos aprendido que el hombre viene al mundo por tres pecados que solamente se encuentran entre los ricos, porque ellas están hinchados con su riqueza, pero no entre los pobres.

 ¿Cómo puede ser razonable, entonces, que Dios mate de hambre a los pobres y no a los ricos, porque éstos(los ricos) ahora(que tienen cada vez mas) pecarán aún más?

R. Simeón contestó: Es ésta una buena pregunta, y los Compañeros la han contestado de la manera siguiente.

De todos los seres humanos, ninguno tan CERCANO al Rey Supremo como esos vasos rotos que El emplea, es decir, (los que tienen)”un corazón roto y contrito”, (o sea)”el que es de espíritu contrito y humilde”.

Y cuando hay hambre y los pobres son castigados y sufren y lloran y claman ante el Rey,  Dios se los acerca más que nunca, como está escrito:

 “Porque no despreció ni aborreció la plegaria del afligido”.

 Dios visita, entonces el pecado por el cual el hombre vino al mundo.

¡Ay! entonces de los pecadores que los causaron, cuando el Rey mismo se pone en movimiento para tomar nota de la voz del pobre.

 

Es muy difícil para una persona acercarse a la Luz si él piensa que es rico en logros o en materia, que es fantástico, que hace muchas obras buenas y que posee la riqueza, inteligencia, etc.

Incluso si alguien ha llegado  a ser totalmente espiritual y hace o ha hecho muchas buenas obras, y es además una persona a la que constantemente se le reconocen  sus acciones, esta podría llegar a  tener mucha dificultad para acercarse a Hashem a causa de su ego.

Dice el Zohar en relación a la ofrenda del pobre:

“La ofrenda del hombre pobre es pequeña porque su corazón está abatido y, por eso, aunque abrigue pensamientos pecaminosos, se le perdona porque está suficientemente castigado por su propia desdicha, y la de su casa.”

Más adelante continúa diciendo:

“De esto aprendemos que cuando uno trae una ofrenda (plegaria) con verdadera devoción, Dios viene a encontrarse con él. Ahora bien, la ofrenda de un hombre pobre es altamente estimada ante Dios, porque él trae dos ofrendas: una, el sacrificio real, y la otra, su propia carne y sangre, porque, aunque nada tiene de comer, trae sin embargo una ofrenda. Un hombre pobre puede traer un poco de harina y hacer expiación. Porque exactamente como su propia carne y sangre quemaban (de hambre), así la harina se caldea con el aceite que la unta”.

Por lo tanto, si uno realmente quiere conectar con la Luz del Creador debe  sintonizar y sincronizar su actitud en relación a la ofrenda de los pobres, la ofrenda de harina, que sólo se ofrecía en dos mitades.

Paradójicamente, este tipo de plegaria es considerada como si hubiésemos ofrecido el mundo entero, ya que lo hicimos con sinceridad y con humildad.

Para nosotros la plegaria debe ir acompañada de acción, ya que la acción es la que expresa el compromiso hacia aquello que deseamos o necesitamos.

El Zohar nos dice en conexión a la relación que debe existir entre la plegaria y la acción lo siguiente:

Así, la plegaria está hecha de acción y de palabra, y cuando la acción es defectuosa, la palabra no encuentra un lugar para descansar(o sea) tal plegaria no es plegaria, y el hombre (o mujer) que la ofrece es (considerado) defectuoso en el mundo superior y en el inferior.

El asunto principal (lo más importante) es hacer el acto (plegaria) y dar expresión (hacer la acción) en coordinación con él; esta es la plegaria perfecta.

Sigue diciendo el Zohar “Desdichado aquel que echa a perder su plegaria, la adoración a su Amo. De uno así la Escritura dice; “Cuando aparezcas ante mí…, sí, (o sea) cuando hagas muchas plegarias, Yo no oiré”. Observad, esto. Ambos mundos,’ el superior: y el inferior, son bendecidos por el hombre que efectúa su plegaria uniendo acción y palabra, y así lleva a cabo una unificación.

¿Qué quiere decir esta unificación?

Esto quiere decir que hay dos niveles en la plegaria, que como ya dijimos tienen que ver con palabra y acción. Hemos dicho que cualquiera sea nuestro pedido, o lo que deseamos lograr a través de nuestra plegaria, para que ésta pueda ser traducida en los cielos, y así pueda abrir las puertas necesarias, debe necesariamente ir acompañadas de acciones que tengan que ver con el compartir o con el compromiso y la acción de cambiar. Lo que en hebreo se llama Tshuva.

Es por esto que la ofrenda debía ir acompañada de la declaración de lo que habíamos hecho, no solo que esto fuese un discurso bonito, sino que debía ir acompañado del compromiso serio de cambiar, o sea, no solo se refiere a hacer acciones de bien hacia los demás, sino que debemos hacer los cambios de personalidad o actitud necesarios para que la klipa se despeje y así nuestra plegaria pueda ascender.

La gran lección que debemos aprender es que frente a los desafíos y para poder lograr que lo que deseamos se materialice debemos actuar con humildad, luego con humildad y un minuto más tarde con más humildad.

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