Elevar la Conciencia

Cuando la Torah nos habla de elevar las luces (Behaalotja) se refierea que la Luz, tiene la cualidad de elevar la conciencia, la cual, al estar ubicada en el alma de las personas, necesita constantemente ser despertada, reiluminada.

La Menorah estaba ubicada en el centro espiritual y físico del universo, por tanto al ser elevada su luz, ésta cubría la Creación entera, y no podía ser otro que Aaron el encargado, ya que al ser el de la derecha, su capacidad de “encender” esta Luz, era mucho mayor, en todos los sentidos. No es que él tuviese mejores fósforos sino que su conexión, su capacidad de vaciarse, le daba a la Luz de la Menorah mayor continuidad, esparcimiento.

¿Qué era la Menorah? Esta representa las diferentes fuerzas, sefirot, a través de las cuales Hashem, el Creador, se manifiesta en el mundo.
Y ¿Cuál sería el propósito de este instrumento? En el mundo físico, todo necesita de una vasija, de un contenedor. La Creación necesita entender que para que la Luz sea manifestada, esto no puede ocurrir sino es a través de un contenedor.

Entonces, podemos imaginar este Menorah (candelabro) como el gran contenedor de las “lecciones” que el Creador desea darle a su mundo. ¿Y por qué lecciones? Porque si no es a través de instrumentos contenedores, la Luz nunca puede ser revelada.
Es por esto que se nos dice que necesitamos estar en la construcción de un cuerpo y un mundo físico para entender la inmensidad del Creador, asunto que no podemos lograr cuando observamos la inmensidad de la Creación desde la perspectiva de ser sólo alma.
Son los instrumentos divinos los que nos permiten, por tanto, descubrir la Luz.
Es en la restricción que nuestra mente (y sólo así) empieza a entender lo que la Luz me quiere decir. Ejemplo: abrir un libro, leer sobre un asunto.

El “asunto” que la Luz quiera tratar conmigo, como no puede llegara a raudales, (ya que mi mente es reactiva y sólo permite llegue sólo una cierta cantidad de información), me debe ser entregada a través de un instrumento, que me permita focalizar la enseñanza.
Por ejemplo: En esta misma porción, podemos tomar miles y miles de temas para estudiar. Sin embargo, debemos restringirlo a lo que “estamos tratando” para elevar, para destapar la Luz del tema puntual que la Luz, Hashem, nos quiere enseñar hoy día. Esa es la razón del estudio y porque muchos enfatizan la importancia de éste. Es porque para revelar el tema, lo debo restringir a un tiempo de estudio; de otra manera no voy a arribar.

Entonces, el instrumento llamado “Menorah”, aparece para enseñarnos que para conectar con la Luz del Creador, con su enseñanza, ésta debe ser restringida a un instrumento, que en este caso, es la Menorah.

¿Qué pasa entonces si la Menorah está apagada? Simple, si no hay alguien, un Aarón, que la prenda, esa Luz va a quedar oculta.
Por lo tanto, aunque la Luz siempre esté presente en nuestra vida, es necesario “el esfuerzo” (a través del instrumento) para que esa Luz aparezca como un asunto tangible para nosotros.

¿De qué se compone esta Luz?
La Luz se compone de siete. Un tema que ya hemos tratado pero básicamente tiene la virtud de ser completa. Es en su redondez y desde su unidad, que la Luz nos responde.
Sabemos que en la Luz no hay fragmentación. Existen muchas instancias donde clamamos por armonía, balance, pues cuando podamos acceder a esta armonía, es cuando vamos a sentir felicidad.

Ahora, ¿podemos entender armonía o la armonía del Creador? Sólo cuando superamos las limitaciones de nuestra mente lógica. Para nuestra mente lo lógico tiene que ver con las comparticiones, con subdivisión y fragmentación. Si necesito entender un asunto, lo fragmento y así lo entiendo.

Ahora, debemos analizar por qué la porción concerniente a la Menorah aparece justo después de la porción de Masso, donde hay un largo relato de las ofrendas que traían los jefes de las tribus y que, de manera increíble, todos ellos (en Masso) deciden entregar una vasija de plata conteniendo 130 skekels.

¿Por qué era necesario que después de la ofrenda de 130 shekels, debemos encender la Menorah?

Se nos dice que los años que Adán y Eva estuvieron separados fueron 130 años. Adán pasa separado de su mujer, este período, en estado de tikkun, y al parecer, incluso su comportamiento no fue de los mejores. Entonces, 130 ofrendas para terminar (o tratar de terminar) el pecado de Adán y cuando terminan estas ofrendas, es cuando la Luz es encendida en el plano de lo personal, la corrección, la ofrenda, para que haya Luz y aparecieran en la secuencia correcta.

Debemos entender que para que haya corrección debe haber ofrenda y a partir de ese momento voy a poder prender la Luz.
Tal como vimos al comienzo, la Luz necesita de uninstrumento, de un contenedor para su revelación. Entonces, aquí es el esfuerzo por crecer, el estudio, la práctica espiritual, las que se transforman en la vasija.

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